Aquel que siempre dio todo, y que nunca recibió nada a cambio, esta navegando por un mar en calma, sintiendo la brisa en su rostro pálido, ya nadie le ve, ni le oye, ni le siente, pero a eso ya estaba acostumbrado, paso por la vida haciendo ruido, pero nadie le prestaba atención.
Ahora que conoces la paz, la tranquilidad, estas a gusto, nunca te habías sentido tan vivo, ha tenido que llegar tu final, para poder disfrutar de verdad, en la soledad de tu tumba, esa sensación que recorrió todo tu cuerpo, sigue estando ahí, ni una flor te han dejado, nadie cuida tu lapida, solo las hierbas parecen abrazarte, los cuervos cantan esa dulce melodía, mientras los gusanos te deborán rápidamente.
Ha comenzado tu viaje
5 comentarios:
Triste escrito pero una verdad tan clara de la que nunca podremos escapar.
besitos que lindo leerte.
besos
Un gusto verte de nuevo por aqui.
No puedo mas que decir lo mismo, espero con ganas e impaciencia tu nueva entrada.
Besos desde el otro lado del oceano
Me encanto tu relato!
Saludos!
Me da escalofrio y una gran nostalgia. me encanta leerte. es tan real todo.
besos con lagrimas
Gracias Lizzie, te deje un comentario en tu blog, espero que te animes.
Gracias a ti tambien lluvia en el silencio de la noche, por cierto es precioso ese nombre, y tambien poder observar como llueve, en soledad, sin ruidos, sin molestias, es relajante.
Publicar un comentario